
Cándida
Cándida paloma frágil,
de revolotear sombrío
que posada en mi ventana
estimulaste mi brío.
Ave siniestra y rapaz,
vendedora de quimeras,
vas matando vulnerables
o dejándoles secuelas.
Mensajera de los miedos,
del dolor y la autoestima,
prima hermana del temor
y de la estafa clandestina.
Vas volando presumida
con plumaje de oropeles,
guardando tu desventura
a quiénes serán tus fieles.
Yo te quise conocer,
a mi casa verte entrar
para peinar tu plumaje
y sentir tu palpitar.
Fuiste entrando sigilosa,
escondida en tu disfraz
para meterte en mi alcoba
y apagar mi claridad.
Esta marca es para siempre,
no lo tengo que olvidar,
si la memoria me falla,
vos me la vas a cobrar.