La escuelita del dolor
En algún momento del día
detente a respirar profundamente.
Aliméntate con lo justo y mantente hidratado.
Aléjate de los entornos que te hacen daño.
Mira a los ojos de las personas
e intenta escucharlas sin juzgar.
No estés tan seguro de tus creencias.
No intentes corregir a tus padres,
acéptalos como son.
No quieras controlar la vida,
acéptala como viene.
No hables mal de los demás,
porque eres lo que niegas.
Haz sólo tu parte, no te presiones.
Sé paciente.
Sé constante.
Sé lector.
Sé agradecido.
Deja en manos de tu poder superior
aquello que no comprendes
porque algún día, tu propia experiencia
te lo hará comprender.