Mi barrio

Mi barrio es un tango, a veces es lúgubre,
pero a veces es blanco, verde y rojo aliento.
Mi barrio me espera, impaciente a la noche,
sereno en la tarde y en la mañana fresco.
Mi barrio resuena como tambor sediento,
retumba sin plumas, ríe su lamento.
Mi barrio es un aro con esferas naranjas,
corazón de fiesta y revoltosas almas.
Mi barrio se moja con su vida pulsando,
sus calles abiertas y un bandoneón llorando.
Mi barrio me cura, me sana callado,
mi barrio es la feria de fruta y pescado.
Mi barrio es un viejo cuadro enmarcado,
pero es la vanguardia que vibra a un costado.
Mi barrio es vulgar, desafina y perturba,
pero es Mozart y Bach con Miller y Dumas.
Mi barrio se alza repartiendo carros,
excavando pozos y abrevando hermanos.
Mi barrio es de ayer, de presente austero,
casas de humedad y futuro incierto.
Mi barrio se escapa, huye en desaliento,
pero vuelve siempre chiflándole al cielo.
Mi barrio prescinde de alharaca y juego,
pero no se jacta de cultura y ego.
Mi barrio me muestra un camino cierto,
pero hoy me alienta a vivir mi tiempo.
Mi barrio es sagaz y es adicto al miedo,
pero lo burla mordaz, para no absorberlo.
Mi barrio me quiere, me cuida y me enseña,
me muestra lugares que conozco en sueños.
Mi barrio es un grito, que flota en el viento,
es milonga triste que aviva el encuentro.

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