Oscura luz de mar

Ya no se como encender
esa llama que se apaga,
busco la chispa que avive,
pero crepita y se va.

Los espíritus no escuchan
ni te conmueve mi sal,
el cuanto es muy pequeño,
mas infinito el azar.

La espuma se desparrama,
va decorando el mar,
mucha agua y poco fuego,
otra vez me voy a ahogar.

Trago agua y rasco el fondo,
contra la corriente voy,
el dolor que hoy me atrapa,
mañana me hará mejor.

No te quedes en mis brazos
si tu corazón no late,
dejo mi puente extendido,
y te suelto en un instante.

Si te suelto me libero,
puedo seguir nadando,
la poesía me cicatriza,
aunque te siga soñando.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: