“Y la vida siguió siendo, tal como había sido durante la guerra, tal como seguirá siendo siempre, impredecible, incomprensible, inacabable”.

León Tolstoi

La República Democrática del Congo -valga la contradicción- es un país de África Central que se encuentra en crisis política y bélica desde hace mucho tiempo. En sus inicios fue colonia de Bélgica y se independizó en 1960; es un país plagado de riquezas minerales como oro, diamante, cobre, cobalto, entre otros; aunque el mineral de la discordia se llama coltan.

El coltan es utilizado en los dispositivos electrónicos, principalmente en telefonía celular; con este material se hacen los condensadores que almacenan carga y regulan voltaje –baterías-, también se utiliza para la fabricación de circuitos y conductores de corriente continua; el 80% de los yacimientos mundiales de coltan se encuentran en el Congo.

Dicho país, no ha logrado establecer un gobierno democrático y pacífico que obtenga la soberanía de sus riquezas naturales; dígase explotar y comercializar legalmente sus minerales. En el año 2002 se estableció un acuerdo que posteriormente convocó a elecciones, las cuales fueron celebradas en 2006; en esas elecciones salió electro presidente Joseph Kabila pero su rival, Jean Pierre Bemba negó la legitimidad de los comicios.

Existen varios brazos armados en la región apodados “Los señores de la guerra”, entre los cuales se identifican claramente tres; las guerrillas contrabandistas de Ruanda, Burundi y Uganda, integradas por diversos sectores de Angola, Namibia, Zimbabue, Chad, los Hutu y los Mai Mai (estos dos últimos son etnias nativas) quienes exportan coltan robado del Congo a países desarrollados; su principal cliente es Estados Unidos. Compañías como Apple, Samsung, Motorola, Nokia y otras, subcontratan allí una parte de la producción a sabiendas de que el mineral llega de forma ilegal desde África. Por otro lado, se encuentra el M23 (movimiento 23 de marzo) formado por los Tutsi, también una etnia nativa, la que está en contra del movimiento revolucionario por la liberación de Ruanda. Los terceros en la discordia, son las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo -bando oficialista- afamados por ser corruptos e indisciplinados.
En otro orden de cosas, existe un conflicto étnico entre los Tutsi y los Hutu, los primeros persiguen a los segundos por el genocidio acontecido en Ruanda en 1994, cuando el gobierno Hutu de ese país, hizo una limpieza étnica que terminó con la vida de aproximadamente medio millón de Tutsi. Este conflicto es la gran pantalla que utilizan los países desarrollados para explotar a espaldas de su odio, las riquezas naturales del Congo; esto a cambio de proveerlos de armamento. El país con mayores riquezas minerales, es el país más pobre del mundo, según el índice de Desarrollo Humano de la ONU.

La ONU (Organización de las Naciones Unidas) fue el responsable de crear las misiones de paz, integradas por ejércitos de distintos países, entre los cuales se encuentra Uruguay, responsable de ser un grupo de reserva (banco de suplentes en términos futbolísticos). Estas fuerzas de paz, apodadas “los Cascos Azules”, trabajan en una zona ubicada entre Kivu del Norte y Kivu del Sur con el propósito de establecer el desarme de armas de los grupos guerrilleros; así proteger la población civil. En esta zona se encuentra la mayor cantidad de refugiados.
Un día, el movimiento M23 luego de tomar la ciudad de Goma, envió un comunicado a la ONU amenazando de muerte a todo Casco Azul que pretendiera ingresar a la zona; tras este anuncio, la ONU ordena el retiro de todos los batallones, integrados en ese momento por Sudáfrica, India, Nepal y China; desertan estrategias con el objetivo de proteger la vida de los solados.
En respuesta a esa decisión, Uruguay, como grupo de reserva, ofrece a la ONU acceder a la zona tomada por el M23 para seguir con el desarme; la ONU acepta y los uruguayos parten hacia Goma. Luego de su partida transcurrieron veinte días donde los orientales estuvieron incomunicados. Tras tantos días sin noticias de los uruguayos, la ONU (sin esperanzas de encontrarlos con vida) decidió enviar helicópteros de rescate con tropas preparadas para combatir.

Cuando los helicópteros inician el descenso, sobre un predio baldío en la ciudad de Goma; observan algo inesperado; una vista aérea de un gran partido de fútbol, Cascos Azules vs M23; pero eso no fue todo, a pocos metros del lugar donde se jugaba el match, había una montaña de armas resultado desarme realizado al grupo guerrillero.

Antes que el M23 abandonara la zona, aconsejó a los uruguayos:

“Aparte de utilizar los cascos azules, mantengan el viejo uniforme, ¡sí! ese que los distingue del resto”.