Candidato

Cuando tu hambre de gloria se vuelva codicia,
cuando tu ego sediento te suba el puntaje,
cuando tu Kenzo te tape el olor a miseria,
cuando tu atuendo elegante se ajuste a medida,
cuando tu póster cromado decore avenidas,
cuando tus listas impriman colores brillantes,
cuando tu sonrisa sea piedra que publicistas pulen,
cuando tu amante de moda te toque con asco,
cuando los medios te inviten someros y tibios,
cuando las banderas en serie ondeen tus refranes,
cuando tu fingido servicio se vuelva lujuria,
cuando los bancos festejen tus grandes virtudes,
y no se salve el teatro del fuego indignado,
que Dios te proteja, ya vas a estar solo.

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