Para el Prado
Residencias del pasado,
pulmón de aire varietal,
con vecinos futboleros,
tortas fritas y arrabal.
Arroyo fino y espeso,
con orillas pintorescas,
corredores, malabares
y perfumadas bellezas.
Blanes pintando lienzos
un diecinueve de abril,
mientras Buschental negocia
nuestras carnes a curtir.
Callecitas de farolas,
empedrado caminar,
el cielo claro te cubre,
entre Agraciada y Millán.
Soy forastero en tu tierra,
observador al pasar,
fue por eso que un buen día,
mis versos te supe dar.