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el gorrión
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El aguador (el negro jefe)

«Que al equipo no le falte agua.»

Sam Walker es un escritor norteamericano que escribió un libro titulado: The Captain, una investigación científica que busca descubrir qué tienen en común todas las dinastías deportivas que logran imponerse en un período considerable de tiempo. Dicha investigación parte de la siguiente hipótesis: Para lograr sostener el éxito en el tiempo es necesario tener jugadores dominantes y un alto presupuesto. Una vez finalizado el proceso de investigación, el resultado no coincide con la hipótesis, parece que el factor común de esos equipos es otra cosa, esa cosa se llama: «El aguador».

¿Qué es un aguador?

Un aguador es la persona capaz de lograr cohesión en un equipo a partir de su espíritu, alguien con una mirada holística, alguien que hace prevalecer el resultado del equipo por sobre su prestigio, por sobre sus intereses y de ser necesario, dispuesto a ubicarse en el más profundo anonimato. Tim Ducan para los San Antonio Spurs, Charles Pujol para el Barcelona, Horace Grant para los Chicago Bulls, Bill Russell para los Boston Celtics, Wayne Shelford para los All Blacks, Mireya Luis para la selección Cubana de Voley, entre otros tantos de otras dinastías históricas del deporte.

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La búsqueda de la libertad y la muerte

El siguiente hipertexto lleva más de un año de investigación y su última actualización fue realizada el 29 de marzo de 2022.

Emitiendo mis alaridos por los techos de este mundo, como dijo Whitman. Con la imperiosa necesidad de escribir palabras para que no las barra el viento. Movido por la desesperación y la desesperanza, comparto esta meditación, sin otro interés que purgar. Acto alquímico, transformar el veneno en antídoto. Leí alguna vez que quienes estudian sin otro afán que emanciparse, difícilmente se sorprendan por coyunturas propias de una época, ya que la historia es cíclica. Las circunstancias cambian, pero los hechos, en esencia, se repiten; tendrán distintas vestiduras, pero la estructura es inalterable. La historia es recursiva, porque el alma del hombre no progresa.

Como la historia de Sísifo, apenas somos capaces de cargar la piedra hasta la cima de la montaña, una y otra vez. Quizás nuestro mayor acto de dignidad sea mejorar esa subida cada día, mostrando más hidalguía, más enjundia y más elegancia. De una u otra forma estamos librando una batalla contra un leviatán, endógeno y exógeno, pero un demonio al fin.

Maldita libertad, postrera muerte y hambre de emancipación, me azuzan como la espina en el dátil o el abrojo en el trasero. Me rehuso a escribir desde un lugar de superioridad intelectual o posición iluminada, pocas personas son tan deleznables como los escritores con autoridad moral. Soy un individuo que lucha pacíficamente por sus libertades, y con ellas, por las libertades de quienes me rodean. Detesto dividir al mundo entre buenos y malos, más aún, cuando quienes lo hacen tienen la impiedad de ponerse del lado de los buenos. No soy bueno ni malo, en tal caso, soy ambas cosas. Un simple ignorante en procura de conocimiento de sí mismo y destrezas para asir su entorno.

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Mantente recto en un mundo quebrado

Leer no te sirve para nada

Era la segunda vez que escuchaba esta sentencia, la primera se la escuché a Enrique Symns, escritor del under porteño, en una entrevista radial. La segunda fue espetada por mi vecino de abajo. Pasado un tiempo pensé:

Uno de los dos miente.

Sí, ustedes pensarán que estoy loco, ambos dijeron lo mismo. Sí, pero aún así, sentí que uno mentía.

Mantente recto en un mundo quebrado
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Aceptarás la única belleza

La mariposa flota sobre la serpiente

La niña me abandonó, se fue al cuarto. Parece mentira, por momentos observo en ella los mismos deseos de libertad que me arrebataban cuando niño. Recuerdo vivamente mis escapadas al parque para estar solo y pensar. Era una especie de opresión mental que me instaba a apagar las voces circundantes. Mucho tiempo rodeado de gente me perturbaba, no importaba quién fuese. Luego fueron las reuniones sociales, llegaba un momento en el que quería desaparecer, no me sentía parte. Nadie me hacía nada, simplemente la opresión otra vez, la incomprensión. Sentía que estaba rodeado de robots que repetían las mismas cosas una y otra vez; lo que alguien ya había dicho. Nadie sabe exactamente quién, pero no eran ellos. No existía una sola alma capaz de transferir sus verdaderos sentimientos; simples máquinas repetidoras, pero con distinta cáscara. Habían diferencias, mas eran superficiales, porque en esencia, detrás de ellos se escondía subrepticiamente otro alguien que pensaba en su lugar. Con esto no me excluyo, simplemente expreso la sensación que me arrebataba en aquel momento. Los mismos conceptos, los mismos sueños, las mismas zanahorias, tautología tras tautología. Sin embargo, no todos se daban el lujo de acceder a esas zanahorias, aspiración generalizada, maldita cosa llamada ‘buen vivir’: Tener una pareja de buena reputación, brindar fiestas para llamar la atención, ser reconocidos, ganar buen dinero. Absolutamente todos corriendo detrás del amor de posesión recíproca, una y otra vez, como única razón de dicha ¡Sí!, eso que estimula la publicidad para venderte joyas e hipotecas. Claro está que quienes no accedían a esas selectas mieles terminaban sumidos en el más profundo desasosiego. De todas formas lo disimulaban muy bien haciéndose alternativos, pero quien era capaz de observar con agudeza crítica el reflejo de sus ojos al instante se daba cuenta del fraude. En su fuero más íntimo padecían por tener sus vidas en falta.

Aceptaras la belleza única

Si tan solo fuésemos capaces de aceptar la vida que nos tocó en suerte, la que libra el universo con sus inmanentes circunstancias. Para vivirla intensamente, conscientemente, plenamente, con lo bueno y lo malo.

No hay que desear ni aspirar a nada, simplemente vivir con curiosidad. El deseo y las aspiraciones envenenan el alma, nos vuelven esclavos. Conocer quienes somos, sin comparaciones, superarnos a nosotros mismos por el puro placer de mejorarnos con respecto a ayer. Sin comparecer ante nadie, compartir y escuchar. No intentar pasar por encima de nadie ni permitir que pasen por encima nuestro; en equilibrio, sentimiento y razonamiento, acordes, como el equilibrista que sostiene la vara mientras camina por la cuerda floja. La vida es una cuerda floja sin arneses ni mallas de contención.

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jaja jeje jiji

Connotación positiva tiene la alegría, la simpatía, la afinidad; en cambio, creemos negativa la seriedad, la tristeza y las cavilaciones. Sartre, en ‘El ser y la nada’, adjudica al «ser» lo positivo, lo existente, lo concreto; algo que requiere conocimiento, profundidad; en cambio la «nada», es ausencia, evasión, superficialidad. Ambos (ser y nada) son complementarios, para que exista un «ser» que existe, deberá existir una «nada» que lo valide; la nada será determinada por un ser que la deja en evidencia.

Trompos

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Maradona

Karl Popper fue un filósofo austríaco quién creó una corriente epistemológica denominada «Principio de falsabilidad»; este principio intenta refutar una determinada teoría a través de un ejemplo contrario; si dicha teoría no puede ser refutada, automáticamente queda verificada, pudiéndose aceptar provisoriamente.

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Esa maldita seguridad

«Disfrutan de la vida, usan Grupo Gamma»

Esta cita es extraída de la locución de una publicidad emitida en televisión. Grupo Gamma es una empresa de seguridad privada, en dicho aviso aparecen dos jugadores de baloncesto nacionales dándose a conocer como usuarios del servicio. El locutor hace una asociación entre el disfrute y la seguridad.

Candados

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Nuestra ignorancia

«A los planchas hay que matarlos a todos»

La ignorancia se conoce como la ausencia de conocimiento acerca de algo; de alguna manera podemos sostener que todos somos ignorantes. Un físico nuclear puede ignorar jugar al póquer, un jugador de póquer quizás ignore acerca de la física cuántica, Lionel Messi quizás ignore el teorema de Tales de Mileto y Tales de Mileto seguramente ignoraba como eludir rivales con una pelota de fútbol en movimiento. Sin embargo, el conocimiento es inconmensurable, no se puede establecer una magnitud exacta sobre el verdadero saber de una persona.
Sí podemos suponer cuando alguien es más o menos ignorante; pero no deja de ser una estimación subjetiva. Prefiero interpretar a la ignorancia como el desequilibrio entre el conocimiento (información y memoria para almacenarlo) y la filosofía aplicada sobre ese conocimiento. La filosofía, entre otras cosas, es el estudio del conocimiento, un conjunto de herramientas reflexivas que pone a prueba esa información. ¿Sirve de algo la información sin filosofía? ¿Me es útil el conocimiento si no sé como usarlo? ¿Es lo mismo conocimiento y sabiduría?

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Matan el Amor

Siguen matando el amor, lo encarcelan, lo aseguran, lo asfixian, crean hipotecas, lo institucionalizan, lo comercializan; el gran negocio del amor mueve fortunas, crean la seguridad de los hijos, colegios caros, educación ejemplar, bilingüe y una fábrica de normas. Pero el amor no sabe de jaulas, no entiende que significa un escribano y mucho menos comprende cuando un enamorado requiere un escribano; cuando el amor aterriza en la ley, comienza el final. El amor vive junto al miedo, a lo inesperado, busca lugares inseguros para mantenerse latente, se moja todo el tiempo, rompe rejas y cercos, no vive entre cuatro paredes, mucho menos bajo un techo asfixiante; amor de televisión, barato, fanfarrón y advenedizo, amor de publicidad, revistas frívolas y sistemas de marketing; amor de computadoras.

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Mi Abuela

El otro día pensé en mi abuela; no tengo claro la razón, quizás fue un momento de desamparo frente a algunos problemas cotidianos; aunque en el fondo no concibo la vida sin problemas, perdería todo encanto; al final salgo fortalecido, determinado a vivir mejor.

abuela

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